Este hombre es la cabeza de la diocesis de Granada, todavía.
Contribuye con su actitud evasiva a acallar las voces de los niños y adultos que se atreven a denunciar públicamente los abusos sexuales cometidos por pedófilos de su entorno “religioso”.
” Callate y sé sumiso”.
Me extrañería si no tiene fantasías demoníacos de este tipo hacia niños y jóvenes abusados por sus hombres de confianza. Su pasividad le hace cómplice de los pederastas.